No participe de la cena del señor sin antes saber esto

La cena del Señor

 Es un acto de suma importancia en la vida de un cristiano, ya que es un mandato directo del Señor Jesucristo a sus discipulos y establecido para que la Iglesia lo celebre en conmemoración de la muerte y resurreccion de Cristo, y de la gran victoria que esto implica sobre la muerte y sobre la condenación que estuvo latente de manera inminente sobre la humanidad.

¿Quienes pueden participar?

En la palabra de Dios está revelado que Jesucristo añoraba celebrar la pascua con sus discipulos, declarándoselos a ellos directamente:

Lucas 22:15
Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!

En esta celebración, se les reveló a los discipulos un significado más trascendental de lo que pudieran esperar, haciéndoles ver que los dos elementos centrales, el pan sin levadura y el jugo de la vid, serían que a partir de ese momento, la representación directa el cuerpo y la sangre de Jesucristo ofrecido en la cruz del calvario: 

Mateo 26:26-28
Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndo{lo} bendecido, {lo} partió, y dándose{lo} a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se {la} dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.

Por esta referencia, podríamos deducir que quienes deben participar de la cena del Señor son aquellos que siendo creyentes en Jesucristo, tambien se muestran como fieles en la fe y en el servicio ministerial de manera integral; El que Jesus hubeira participado en un circulo íntimo con sus discipulos, no da pie a entender que la cena fuera un acto exclusivo de los discipulos con Jesus, ya que luego el apostol Pablo dice lo siguiente:

1 Corintios 11:23-26
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.  Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

Por lo anterior, es fácil entender que el apóstol Pablo enseña con autoridad espiritual que tanto él como la Iglesia, es decir, todo creyente que compone la Iglesia pueden participar de la cena del Señor, y es importante notar que él no dice así como yo recibí de los otros apóstoles, sino que recibió del Señor mismo la instrucción de que el privilegio de participar de la Cena está abierto para todos los creyentes del cuerpo de Cristo.

¿Cuál es el verdadero creyente que puede participar de la Cena del Señor?

Un verdadero creyente no es aquel que se puede señalar con el dedo humano, pues la palabra de Dios revela que un verdadero creyente es aquel que es señalado por Dios como un verdadero aspirante a la salvación, no obstante, un verdadero creyente podría manifestarse a los demás según su testimonio y sus frutos derivados de su fe, de las cuales la primera podría ser la evidencia de un su amor sincero hacia Dios y hacia su prójimo.

Hechos 2:47
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. 

1 Corintios 13:1-3
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Un par de características más que podemos resaltar entre muchas otras, es que un verdadero creyente busca hacer todo lo que hace para agradar a Dios, y lo hace con orden y desencia, y que sus motivaciones se sustentan en la guianza del Espíritu Santo procurando hacer lo bueno ante toda circunstancia.

Colosenses 3:23
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres, 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

¿Qué significa participar indignamente de la Cena del Señor?

1 Corintios 11:29
 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

Paricipar indignamente es un acto que puede traer dos consecuencias expresadas en el versiculo anterior, la frase "jucio come" indica que el acto de ingerir la cena sin darle la importancia que merece, es justificante de culpabilidad por haber tomado en poco la adoración que implica; comer juicio es casi un indicativo de que tomar la cena del señor de manera indigna es similar al mandamiento "no tomaras el nombre de tu Dios en vano", lo cual es una violación directa a uno de los mandamientos entregados al pueblo Hebreo. (Exodo 20:7)

Tomar el nombre de Dios en vano es un asunto delicado, pues significa saber que Dios es Dios y aún así no tomarnos en serio su voluntad. Para darle mejor interpretación a esta codición, le invitamos a leer la columna titulada: ¿Porqué Dios no nos habla directamente?, en la cual hablo de las razones por las que no escuchamos audiblemente la voz de Dios como lo hizo en su momento con personajes como Abraham, Adan y Eva, Moisés y muchos más, creo que les parecerá interesante los motivos que explican el silencio de Dios en nuestros días. 

la segunda frase del versículo que dice "y bebe para sí" indica que el participar de la cena del Señor solo para aparentar o en algunos casos como cuando se le da la cena a los niños pequeños porque quieren probar, lo que pasa es que en esa persona no se cumple objetivo espiritual para el que Dios diseñó la cena, sino que se queda en un acto vano y sin importancia, es decir, los elementos de la Cena son solo pan sin levadura y jugo de uvas en nuestro mundo físico, pero el vínculo que proporciona tomar estos con fe y devoción, actúan de maneras que ignoramos en el mundo metafísico, o sea, en el mundo espíritual.

¿Es la Cena del Señor un acto para gente perfecta?
Es un pensamiento de alguna gente que se resiste en entregarle su vida a Cristo, que los cristianos solemos ser pretenciosos y con infulas de perfección, pero nada está más alejado de la realidad; un verdadero cristiano, hijo de Dios, no se jacta de su condición de santidad, de hecho, la santidad no es pensar que uno está más cerca de la perfección, si no más bien es el esfuerzo de ser lo menos imperfecto que uno pueda ser, por lo cual, el tomar de la Cena del Señor es un acto que permite al creyente no olvidar que Dios en Cristo, se hizo humilde a lo sumo, para mostrarnos un mejor porvenir en aras de la eternidad.

Pablo decía de sí mismo lo siguiente:
Filipenses 3:12-14
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Lo único que se requiere para participar de la Cena del Señor es lo siguiente:
  • Ser bautizado auténticamente en Cristo (vea estudio sobre el bautismo aquí)
  • Tener una pasión auténtica de querer agradar a Dios.
  • Amar al prójimo y tener don de servicio
  • Ser lo suficientemente humilde para admitir sus propios errores.
  • Ser propensos a enmendar los errores de las maneras correctas.
  • Ser agradecidos con Dios por su misericordia hacia nosotros
Así que si uno goza de estas características, es más que justo que una persona participe de la Cena del Señor cada domingo de manera voluntaria, sin sentir restricciones ni autoimpuestas, ni proyectadas de otras personas al rededor; la Cena del Señor es un acto voluntario diseñado para ser practicado a nivel personal entre uno con Dios y al mismo tiempo para llevarse a cabo en comunión con el cuerpo de Cristo en la congregación.

A la Cena del señor se llega con el corazón como el de un niño que se acerca sin malicia y con la esperanza de recibir un abrazo amoroso de su padre, por eso en este contexto podemos compararnos al momento de la Cena del Señor como los niños de Dios, a lo que la Biblia aconseja de la siguiente manera:

Mateo 19:14 Pero Jesús dijo: Dejad que los niños vengan a mi,y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos

Mateo 18:3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Si usted ya es bautizado y asiste con recurrencia a la Iglesia y se abstiene de participar de la Cena del Señor voluntariamente, ya sea yendo a la Iglesia pero negandose a tomarla o en el peor de los casos, alejándose de la hermandad para evitar a toda costa tomar la cena, entonces usted está declarando con sus actos que no está arrepentido de su mal camino y que planea persistir en su pecado de manera indefinida

Isaías 5:20-23
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!

Proverbios 8:13
El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco.








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