- Por que les enseñaron que al bautizarse se convertirían en salvos definitivos. (Dándoles a entender que su salvación no estará en riesgo sin importar como viva ya que el bautismo le garantiza esa salvación, lo cual es una enseñanza anti bíblica.)
- Porque en su congregación local les enseñaron que lo único debían hacer era congregarse recurrentemente.
- Por carecer de mentores espirituales.
- Por que en su congregación carecen de organizacion bíblica.
- Por carecer de oportunidades de participar en actividades ministeriales a todo nivel.
- Por no haber sido sinceros en su conversión espiritual.
- Por ser victima de hábitos invasivos y crónicos que afectan su conducta moral.
- Contar con la suficiente edad y madurez para identificar entre lo bueno y lo malo, en el marco de lo que se entiende de manera universal como moral y ético.
- Experimentar una autentica epifanía espiritual, que le permita necesitar hacer la voluntad de Dios y descubrir el propósito personal que Dios tiene con cada persona.
- Entender por cuenta propia que el mundo espiritual es inminente y que Dios es innegable.
- Reconocer que la Biblia es la palabra de Dios y que allí se nos confirma lo que Dios espera de la humanidad.
- Ser capaz por si mismo de declarar su deseo de ser creyente en Dios, en Cristo y en la intención de vivir una vida consagrada a cumplir la voluntad de Dios en pro del anhelo de la salvación eterna.
- Reconocer autoridad y respeto al ministerio de una congregación que es apegada a las instrucciones bíblicas y en donde espera congregarse, crecer, congeniar y ser parte de su membresía.
- Estar dispuesto a practicar un estilo de vida servicial, generoso, respetuoso y empático con todos sus semejantes de manera incondicional y auténtica.
- Creer en la promesa de recibir el Espíritu Santo y permitir su guianza en su nuevo andar como cristiano(a).
- Sentir mucho entusiásmo por su nueva condición como cristiano.
- Sentir un deseo sincero de adquirir el hábito de leer la Biblia y poner en práctica sus enseñanzas con excelencia.
- Procurar mantenerse como participante recurrente de actividades ministeriales en su congregación local que le permitan desarrollarse como un cristiano activo y ocupado.
- Procurar contarle a otros sobre su nueva condición como cristiano y predicar con un estilo auténtico a sus cercanos sobre sus convicciones espirituales, siendo un influenciador de buenas costumbres y de la búsqueda constante de la sabiduría.
- Rodearse de personas que le edifiquen espiritualmente y le apoyen a mejorar su calidad humana.
- Buscar de manera permanente la guianza del Espiritu Santo en sus decisiones cotidianas, siendo celoso de practicar una conducta apegada a lo honesto. Si usted desea saber si en realidad usted tiene al Espíritu Santo, averiguelo aquí.
- Unirse de forma integral a los esfuerzos de su congregación y de su liderazgo pastoral, para seguir predicando el evangelio a toda costa.
- La persona accede a bautizarse por razones egoístas, o para engañar a otras personas para adjudicarse algún prestigio o respeto.
- Cuando luego del bautismo la persona no demuestra una vida con propositos espirituales.
- Cuando el bautismo se realiza de manera apresurada sin tomar en cuenta la importancia de que el bautizado esté listo para dar ese paso de fe.
- Cuando el bautizado piensa que el bautismo es solo para cumplir un requisito religioso.
- Cuando el bautismo es realizado omitiendo premisas básicas como el de sumergir completamente a la persona en agua, o contar con testigos presenciales de a una congregación de fieles, o declarar que el bautismo se realiza en el nombre de Jesucristo.
- Cuando la persona se bautiza a si mismo bajo sus propios terminos y estos no coincidan con la instrucción bíblica.
- Cuando quien bautizará al nuevo creyente es una persona inconversa o carente de la unción del Espíritu Santo y de la autoridad bíblica para bautizar.
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Nos queda más que claro que un nuevo bautizado cumple con deleite cada una de las caráterísticas antes mencionadas en la Biblia, el bautismo no está diseñado para que el bautizado se sienta obligado a comportarse como se supone que un cristiano debe ser, sino que el bautismo oficializa las intenciones de un nuevo creyente a perseguir una vida consagrada a Dios y apartada de lo malo.
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